¿Qué entendemos por habilidades blandas?
Las habilidades blandas (o tambien conocidas como SoftSkills) son competencias interpersonales y de comunicación que juegan un papel fundamental en el aseguramiento de la calidad de software.
Estas habilidades permiten a los profesionales del área no solo manejar herramientas y procesos técnicos, sino también colaborar efectivamente con diferentes equipos y partes interesadas. En un entorno donde la calidad del producto final depende de una comunicación clara, el trabajo en equipo y la resolución de problemas, las habilidades blandas se convierten en un diferenciador clave cada vez más buscado por las empresas en latinoamerica.

A continuación, te comentamos sobre algunas de las habilidades fundamentales para el Ingeniero en Calidad de Software en la actualidad.
Comunicación:
Un ingeniero en calidad de software debe ser capaz de expresar claramente sus hallazgos y colaborar con desarrolladores y otros stakeholders generando un ambiente saludable. La comunicación efectiva ayuda a asegurar que todos entiendan los requisitos y los problemas identificados.
Debemos dejar en el pasado aquella nefasta visión del “QA rompiendo el desarrollo” generando casi una rivalidad entre las áreas de testing y desarrollo. Esta relación entre áreas debe ser siempre positiva y para ello se requiere una comunicación constructiva siempre apuntando a la mejora continua del producto.
Recuerda que al levantar un -bug- indirectamente estás comunicando que una funcionalidad no ha sido implementada de forma correcta (por ejemplo) e informar esto de forma incorrecta puede ayudar a generar un ambiente de trabajo áspero. Comunicar asertivamente, no se trata de suavizar las palabras, se trata de transmitir información de manera clara y objetiva, lo que fomenta un clima de confianza y colaboración. En lugar de ver el aseguramiento de la calidad como un obstáculo, se debe entender como un aliado en el proceso de desarrollo, donde ambos equipos trabajan en conjunto para alcanzar un mismo objetivo: la entrega de un software de alta calidad.

Trabajo en equipo:
La calidad del software depende de la colaboración entre diferentes departamentos. Las habilidades de trabajo en equipo son cruciales para fomentar un ambiente donde todos contribuyan al objetivo común de entregar un producto de alta calidad. El ingeniero en calidad de software debe buscar generar y promover el trabajo en equipo desde su conocimiento en el ciclo de vida del producto.
Por ejemplo, para la construcción de un plan de pruebas no solo es recomendable utilizar la información del requerimiento (como una historia de usuario) también debería promoverse las revisiones del mismo por el product owner (o el encargado de crear los requerimientos) para tener una visión amplia de lo que se probará desde una etapa temprana del ciclo de vida, de igual forma, los otros miembros del equipo debiesen conocer que se va a testear a fin de identificar tempranamente posibles puntos ciegos en los criterios y desarrollo.
En otras palabras el trabajo en equipo es fundamental, aunque en una revisión ampliada, esta habilidad debe trabajarse en conjunto con todo el equipo inclusive, como parte de la cultura de desarrollo.
Resolución de problemas:
En el proceso de aseguramiento de la calidad, es común enfrentar desafíos imprevistos. Casos tan comunes como dificultades en la generación de datos de prueba, ambientación o constantes cambios en los requerimientos implican que el ingeniero en calidad de software debe adaptarse constantemente a problemas que en general requieren una solución rápida aunque esta escape de sus manos. En este sentido la habilidad de resolución de problemas no implica necesaria y unicamente solucionarlos, también aplica, y esto será en la mayoría de los casos, gestionar efectivamente la solución.
Una buena técnica para ello es “Divide y Vencerás”, esto consiste en dividir un problema en secciones mas pequeñas del mismo para gestionar de una forma simplificada todo lo necesario para llegar a la posible solución.
Por ejemplo, si se presenta un error recurrente en la aplicación, el ingeniero puede dividir el problema en varias áreas: identificar si el error se origina en la base de datos, en la lógica de la aplicación o en la interfaz de usuario. Al abordar cada sección por separado, se puede identificar la causa raíz más rápidamente y comunicar claramente al equipo los pasos necesarios para resolver el problema.”

Adaptabilidad:
La adaptabilidad es la habilidad de ajustar, modificar o mejorar nuestros conocimientos (y/o conducta) según lo requiera el contexto. Para un ingeniero en calidad de software es fundamental poder adaptarse a diferentes situaciones o requerimientos, no todos los productos de software son iguales, por tanto no todo el ciclo de desarrollo (incluyendo la funcionalidad de los mismos) tiene la misma naturaleza.
La adaptabilidad también implica, en un modo más técnico, la capacidad de utilizar diferentes herramientas de software según se requiera. Es importante recordar que la utilización casi forzada de una misma herramienta para realizar diferentes tipos de pruebas (en el caso del testing) muchas veces implica una disminución disminución en la calidad de las mismas. No utilizaríamos selenium por ejemplo para crear pruebas de performance (o al menos una simulación de ellas), así como no utilizaríamos pruebas exploratorias si nuestro objetivo es verificar la integración de diferentes componentes en un modo profundo.
Empatía:
Entender las necesidades y perspectivas de los usuarios finales, así como las preocupaciones del equipo de desarrollo, es vital para asegurar que el software no solo funcione correctamente, sino que también sea intuitivo y satisfactorio para el usuario.
Pensamiento crítico:
Evaluar de manera objetiva los procesos y resultados es esencial para identificar áreas de mejora. El pensamiento crítico permite a los profesionales cuestionar suposiciones y buscar soluciones innovadoras.

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