La agilidad, como paradigma de desarrollo, busca transformar la forma en que los equipos de software trabajan, promoviendo la colaboración, la adaptabilidad y el valor continuo para el cliente. Sin embargo, en su implementación, no todo es perfecto. Existen prácticas denominadas “antipatrones” que pueden sabotear los principios fundamentales de agilidad, a pesar de parecer soluciones válidas en un inicio.
En esta entrada, exploraremos algunos de los antipatrones más comunes, sus causas y cómo evitarlos.
Un antipatrón en agilidad es una práctica que aparenta alinearse con los principios ágiles, pero que en realidad impide el flujo de trabajo, limita el crecimiento del equipo o reduce el valor entregado al cliente. Estos antipatrones surgen frecuentemente de:
- Interpretaciones erróneas de los valores y principios ágiles.
- Aplicaciones superficiales de prácticas ágiles sin comprender su propósito o contexto.
Ejemplos de antipatrones comunes
1. Scrum-but: “Hacemos Scrum, pero…”
Este antipatrón se presenta cuando un equipo adopta solo las partes de Scrum que considera fáciles o convenientes, omitiendo aquellas más desafiantes, como las retrospectivas o el rol del Product Owner. Esto resulta en una implementación incompleta y poco efectiva del marco ágil.
2. Micromanagement disfrazado de Scrum
En este caso, un líder o gerente supervisa cada detalle del trabajo del equipo, asigna tareas de forma directa y exige informes constantes. Este comportamiento elimina la autonomía del equipo, contradiciendo el principio ágil de empoderamiento.
3. Reuniones sin propósito claro
Cuando reuniones como la Daily Scrum se transforman en rituales vacíos, los participantes solo informan su progreso sin colaborar realmente ni resolver problemas. Estas sesiones pierden su valor y se convierten en una pérdida de tiempo.
4. Foco en velocidad, no en valor
La obsesión por incrementar la velocidad (por ejemplo, la cantidad de “story points” entregados) sin evaluar si las entregas realmente aportan valor al cliente es un error común que desvía el propósito ágil.
5. Mini cascadas dentro de los sprints
Tratar los sprints como ciclos de cascada en miniatura, con fases separadas de diseño, desarrollo y pruebas, contradice el principio de entregar incrementos funcionales al final de cada sprint.
¿Cómo evitar estos antipatrones?
- Entender los principios ágiles: Más allá de aplicar prácticas, comprender el “por qué” detrás de cada una es esencial.
- Adaptar sin perder la esencia: Las metodologías ágiles deben adaptarse al contexto del equipo, pero sin sacrificar los valores fundamentales.
- Promover la autonomía y la colaboración: Fomentar un entorno donde el equipo pueda autoorganizarse y colaborar eficientemente.
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